jueves, 26 de agosto de 2010

Pasándolo bien



Creen, porque la gente no habla ya de mí,
que estoy más acabado que Antonio Machín.
Dense prisa si me quieren enterrar,
pues tengo la costumbre de resucitar,
y salgo del nicho cantando,
y salgo vivo y coleando,
pero pasando.

Pasando de críticos,
pasando de místicos,
pasándolo bien.

Pasando de bodas,
pasando de modas,
pasándolo bien.

Pasando de hippies,
pasando de trippies,
pasándolo bien.

Hay también quien se dedica a disparar
balas que me rozan pero no me dan.
Al paso que vamos me figuro que
cumpliré más años que Matusalén.

Muriendo y resucitando,
sigo vivo y coleando,
pero pasando.

Pasando de mitos,
pasando de gritos,
pasándolo bien.

Pasando de puros,
pasando de duros,
pasándolo bien.

Pasando de cultos,
pasando de insultos,
pasándolo bien.

Pasando de insectos,
pasando de ineptos,
pasándolo bien.

Pasando de novias,
pasando de fobias,
pasándolo bien.

Pasando de atletas,
pasando de anfetas,
pasándolo bien.

Pasando de gafes,
pasando de cafres,
pasándolo bien.

Pasando de Pili,
pasando de mili,
pasándolo bien.

Pasando de mapas,
pasando del Papa,
pasándolo bien.

Pasando, pasando,
pasándolo bien.

Embustera



Siempre voy a tenerte que agradecer,
que haya sido conmigo tan embustera,
y me hayas enseñado lo que es querer:
bailar mientras rodamos por la escalera.

Has despejado mis dudas,
y has logrado que aprendiese,
a ser un perfecto Judas,
desde la jota a la ese.

Contigo que comprendido que la humedad,
es algo que se seca y se olvida,
gracias a ti he sabido que la verdad,
es sólo un cabo suelto de la mentira.

Por eso sé que perderte
no era quedarse sin nada,
la muerte es sólo la suerte
con una letra cambiada.

Embustera,
tu corazón es una cremallera
de Christian Dior,
blanqueas emociones,
traficas con botones,
pierdes con mi perdición.

Dormir contigo es repetir francés en una facultad
donde un Miró parece una esquela,
y enseñan cuánto mide la oscuridad:
sumando pesadillas y duermevelas.

Hoy llamo a las rosas pan
y al vinagre desatino;
las mujeres que se van
se quedan en el camino.

Por mucho que me duela, debo admitir
que otras me ven sin ropa y tu desnudo.
Será mucho mejor, si pretendo huir,
cortar la cuerda, deshacer el nudo.

Ya no juego en tu tablero.
He roto nuestra baraja.
Sólo diré que te quiero
si es a punta de navaja.